Soledad habitada. Silencio con mucho ruido si estoy dispuesta a escucharlo, porque estás dentro de mí y me hablas, me quieres y me acompañas. Regalos diarios que no siempre me detengo a apreciar. Miradas que son Tuyas, consejos que también. Caricias que me erizan la piel. Casualidades sin azar que tramas entre risas desde el cielo. Soplos de Tu vida que confundo con una brisa cualquiera. Tus pellizcos en mi alma camuflados por la ansiedad. Tus ganas de entrar en mí y mi empeño en cerrarte la puerta...
No estoy sola. Nunca lo he estado y nunca lo estaré. Siempre estás conmigo, porque vives en mí y no puedes evitarlo. Que yo te reconozca, que yo te vea, que yo te escuche...eso ya es otra cosa. Pero estar, lo que es estar, siempre estás. Estás en cada despertar y en cada puesta de sol; en cada sonrisa y en cada lágrima; en cada abrazo y en cada pequeño gesto que me cambia el día; pero todo es cuestión de perspectiva, todo es cuestión de querer verte, de querer apreciarte y de querer quererte.
"En el mundo tendréis luchas, pero tened valor: yo he vencido al mundo"
Ya has vencido. Todo está hecho. Todo es Tuyo. Has vencido muriendo por Amor. Dando Tu Vida por Amor. Así vences Tú: con Amor. Amor por cada menosprecio, Amor por cada insulto, Amor por cada abandono, Amor por cada caída y por cada golpe. Amor ante el miedo, Amor ante la angustia, Amor ante el vacío. Todo por Amor. Todo está cumplido por Amor.
Ya has hecho, aunque me empeñe en no verlo, de mi corazón Tu hogar, de mi vacío Tu presencia y de mi sed de Ti Tu sed de mí.
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